Pechas de Murillo el Fruto:
Durante los siglos XVI y XVII, Murillo el Fruto mantuvo diversos pleitos con los marqueses de Cortes por las pechas que pagaba a causa de la ya mencionada merced de 1424. El pueblo consideraba que tenía derecho al rescate y así volver a ser realengo. Carlos V lo confirmó en 1552, pero en 1558 se seguía pleito en la chancillería de Valladolid sobre si tenía o no tal derecho.
Después de largas y continuas disputas, en 1689 se llega a un acuerdo entre la Corona y el Marqués por el que éste paga 8.000 reales de a 8, moneda de este reino del cuño antiguo, a la Corona y ésta le cede las pechas, consistentes en 210 robos de trigo y otros tantos de cebada, más 20 reales en metálico, que son depositados anualmente en los graneros que los marqueses poseen en Traibuenas, lugar desde donde administran su latifundio.
Murillo el Fruto pagó este tributo hasta que en 1845 quedó abolido por sentencia de la Audiencia Provincial de Pamplona.
El Puente:
Anteriormente a 1781, no se conoce documentación de puente alguno. Se atravesaba el río en barca. Fue en esta fecha cuando el concejo de Murillo el Fruto encarga la construcción de un puente de piedra y D. Santos Ángel Ochandategui calcula los gastos en 112.753 reales fuertes. Las obras acaban en 1787, pero la famosa “avenida de Sangüesa” destruyó el recién construido puente.
Hubo que emplear otra vez la barca que pasaba hasta la orilla de Carcastillo.
En 1903 se edificó uno de hierro, que una riada destruyó en 1937. El actual se inauguró en 1949.
Toponimia:
La variada toponimia tiene ejemplos de étimos latinos, como Amplo, Las Coseras, Los Hoyos, La Sierra, El Vadillo, etc.; étimos vascos, como Mendi, Aranduy (desconocido), Lárrega, Larragueta, Berango,etc.; étimos árabes, como La Badina, La Acequia, El Rinconar etc.; franceses, como La Burata, Los Vergeles, etc. y de étimo desconocido, como El Arcalaz, Andabarna, Ganazo, Luzazo, La Biona, etc.